martes, 14 de octubre de 2008

Y que la lluvia me moje...


El día no puede estar más gris, a lo lejos oigo las campanas de la iglesia cercana llamando a misa. Miro por la ventana, poco a poco la ciudad comienza a encender sus luces. Una llovizna fina interrumpe los pasos tranquilos de los peatones... no sé por qué, pero a diferencia del común de la gente, siempre me gustó que caiga agua del cielo.

(Debería estas estudiando pero no consigo concentrarme)

Siempre me gustó la lluvia porque la veo como un milagro... no hay nada más lindo que sentir las gotas en el rostro...hasta diría que soy capaz de cambiar sin dudarlo, cinco gloriosos minutos de locura incesante corriendo (o caminando por qué no) bajo la lluvia; por cualquier resfrío o semana bajo las sábanas, lo vale... ¡Lo vale tanto!

La libertad que siento es indescriptible, porque por esos cinco minutos me olvido de todo; de los problemas, de quedar totalmente empapada, no me importa si las zapatillas son nuevas o si me planché el pelo, no me importa si se me impregna la ropa de agua...esas son cosas totalmente banales...

No me importa gritar...no me importa reír... no me importa parecer loca, porque si esto es ser loca...la gente no sabe lo que se pierde..."Mirá, ahí hay un techo...vayamos a refugiarnos", dicen.


¿Y las lluvias de verano? ¡Ah... esas son mis predilectas! Lo toman a uno por sorpresa...y no hay nada más lindo que dejarse sorprender de cuando en vez.


Por eso, vos, si algún día decidís elienarte de la razón por un ratito, si algún día decidís volverte loco... si en algún momento se te ocurre galopar bajo el agua... te doy un pequeño consejo de amiga... levantá tus brazos, grita de alegría y sonreíle a la vida


Por eso es un milagro...porque al sonreir...dejamos entrar mas vida a nuestra existencia...

1 comentario:

Anónimo dijo...

asi que eras vos la loca de la tormenta de aquel dia!!
jaja jodita..
segui escribiendo.. todo lo q leo tuyo es muy lindo!!
=)