sábado, 2 de agosto de 2008

Edificios de papel....

Descubrí...que a pesar de tener un edificio de ladrillo y hormigón...podés lograr que sea de papel...

El silencio…es como una brisa que camina sobre mí, una luz que me envuelve…amo tanto este silencio, es tuyo, es mío…abrazo este silencio y se detiene el tiempo, puedo sentirte y sé que podría quedarme a vivir en él infinitamente.
Hoy tengo este silencio, trato de no mirarte, busco en la atmósfera algo que acapare mi atención, vos te das cuenta de eso…y yo desisto en el intento y me río. No es que no quiera mirarte, pero trato de no hacerlo para no quedar desprotegida.

No lo quise, no lo pensé, pero fuiste ganando terreno en mí, la estrategia de hacerme la indiferente me traicionó…cierro los ojos e intento imaginarme hace un tiempo atrás…

Dando poca importancia a algo que en realidad…sabía que la tenía…que la tiene.

Porque hace un tiempo atrás podías encontrar en mis ojos a alguien planificando cada uno de sus días, ordenando pensamientos para no pensar, aprendiendo a decir que no, cuando en realidad sentía decir que sí. Espectadora de una lucha interna por saber qué es lo que está bien y qué es lo que esta mal, me prometí no dejarme seducir por tu simpatía y por tus chistes y sin embargo hoy…hoy cierro mis ventanas del alma, parpadeo, y no puedo volver a sentirme como hace un tiempo atrás.

Porque apareciste.

¿Por qué apareciste?
¿Por qué viniste a cambiar mi perfecta estructura?
Viniste a desordenar mi rompecabezas que tardé largo tiempo en construir. Viniste a tumbar el dominó. A desordenar la casita de muñecas.

Pero a pesar de todo, a pesar de mi miedo a derrumbar mi perfecto edificio…no sé si quiera volver a aquel tiempo… siempre tuve tanto miedo a dejarme sentir…hoy, tengo ganas de que una piedra rompa al menos una ventana… de hecho algunas ventanas se rompieron…cuidado, no quiero que nos lastimemos con los vidrios.

A pesar de todo, de la rapidez, de este remolino de emociones, de mi mano temblorosa y mi tobogán en el estómago…me acompaña una inexplicable sensación de paz, una exacta presencia de tranquilidad…no sé por qué… el tiempo transcurre lentamente y siento que nada apura esto que llevo dentro.

Las palabras no alcanzan, quedan cortas, quedan chicas.

No lo pensé, no lo busqué, pero es una realidad y existís.