domingo, 20 de agosto de 2006

Ausencia

Hoy mis pasos preguntan por vos. Ya no estás junto a mi, como antes, pero mis pasos aún siguen preguntando por vos. No se porque lo hacen, quizás porque se acostumbraron a caminar a tu lado... o quizás porque las calles y los parques ya no son los mismos sin tus pasos, los pájaros no cantan como antes y el olor a paraíso en primavera ya no es tan dulce y empalagador.
Y todavía te busco, te busco entre las sabanas y el hueco de la almohada que dejabas al dormir, en el perfume del limonero del jardín, en donde solíamos sentarnos a hablar de las pequeñas y grandes cosas de la vida... aún te busco y no te encuentro. Porque te fuiste, me dejaste con la mano extendida para acariciarte, con la boca abierta para hablarte y con mi cuerpo y alma entera para amarte.
Te fuiste y no volviste.
Me dejaste un puñado de lágrimas envueltas en los ojos, un beso desesperado por tu llegada, un baúl de recuerdos que de vez en cuando abro y una frase que nunca me animé a decirte. Me dejaste un camino que no se transitar si no te tengo al lado, una rosa seca que me regalaste en el día de los enamorados y un interrogante suspendido en el aire.
Te pido que me oigas, ¿podes?...Se que es en vano hablarle a la habitación vacía, a las paredes blancas... pero tengo algo que decir, no se si a vos... pero necesito que estas palabras tristes y llenas de dolor salgan de mi corazón para que no lo sigan apagando. No se si vale la pena... pero lo intento.
Y es que hoy mi corazón se detuvo, y lo hizo solo para pensar en vos, para decirte lo que se siente cuando no estás, cuando te llamo y no encuentro respuestas, cuando se abren puertas que no esconden tu rostro. Y es que hoy mi corazón se detuvo, solo para decirte, aunque no me oigas, que a pesar de no encontrar razón para perdonarte, lo hice el mismo día en que te fuiste...
Y es que hoy, solo por hoy, tu ausencia se hizo más grande que otros días y no puedo soportar la idea de que ya no estés a mi lado.


Dani Saez (25-10-2005)

No Quisimos...

HAY UN HILO SUSPENDIDO EN EL AIRE PERO NO TIEMBLA... ESTA TENSO... LO SENTIS??
Porque yo también lo siento y no me gusta. Lo estoy sintiendo desde hace algunos días y aunque no quiera esto para nosotros, es algo que simplemente nos esta pasando y no pudimos evitar.
¿Qué será? ¿Acaso tendremos miedo?
El miedo es el enemigo del amor, nos congela y no nos deja hacer lo que sentimos, no nos deja gritar lo que queremos y morimos así con un suspiro en la garganta.
No supimos tener el valor, vos no supiste y yo tampoco. Eso creo que lo sabemos los dos.
Pero yo no voy a esperar acá sentada mientras crecen hojas en los árboles, mientras crece una nueva cana en la cabellera del anciano, mientras las lágrimas caen mojando esta tierra. Yo no voy a quedarme parada en medio de la cuadra mientras el amor asoma en la otra esquina.
Pero lo que más duele de todo esto es saber que siempre es un fracaso interminable, que hemos caminado dejando espacios enormes en blanco, y que hemos perdido así aquello que nos unía en un principio. Lo que más duele es la desesperanza que nos inunda cuando cosas como estas nos pasan, cuando no sabemos la manera en que lograremos volver a creer.
Vos no quisiste esto, pero yo tampoco lo quise. Sin embargo no hiciste nada para cambiarlo.
Muchas veces cuando hay cosas por hablar, hay que hacerlo a tiempo... pues se corre el riesgo de que pase su momento, su instante y que así quede un eterno silencio entre los dos.
¿A qué le tenes miedo?... Una vez más tu pregunta resuena en el aire y me da la razón. Una vez más gana aquello a lo que le temo: que me lastimen. Y así solo una vez más digo “basta”.


¿A qué le tenes miedo?... A lo de siempre.

sábado, 19 de agosto de 2006

Y que el amor nos destruya

A mi me cuesta mucho escribir cosas que siento y salen desde el fondo del alma cuando se que van a ser leídas, uno es mucho mas vulnerable cuando expone lo que piensa, lo que siente... lo que sueña. Es también quizás por eso que solemos hacernos los fuertes cuando nos lastiman, negamos las cosas y decimos que en realidad no fueron tan importantes cuando verdaderamente nos rompieron el corazón... “ya fue”.
Los días pasan, la vida sigue y las heridas quedan; duelen y las ocultamos, no queremos mostrarlas porque solo nosotros sabemos lo que generan, llegamos a creer que se quedaran para siempre... ¿lo harán? No lo creo. Crecemos, cambiamos, juramos... juramos no volver a caer.
Hasta que llega un día en el que la herida abierta se convierte en cicatriz, ahí está... la vemos, la sentimos, y a veces la olvidamos. Llegan alegrías que llenan nuestros días, los complementan, a veces fugaces, pero quizás prolongadas... no lo sabemos. Sí, hemos sangrado, pero es tiempo de ponerle venda al asunto.
Aprender a “reír” de nuevo es posiblemente uno de los grandes desafíos del camino, porque implica eso que tanto cuesta: dejar atrás.
Y así, entre una cosa y otra seguimos caminado, aprendiendo, construyendo. Nos preparamos para lo que vendrá... ¿quién lo sabe? No lo se.
¿La cicatriz?...sigue ahí, pero ya no la vemos. A veces, cuando abrimos el baúl de los recuerdos la sacamos a pasear un poco, reímos con ella y lloramos con ella. Pero es solo eso: un recuerdo, quizás alegre o tal vez triste que nos remueve lo que vivimos por un instante.
La vida nos reta a duelo. Esa interminable carrera por ver quien corre más rápido, ella o yo. Sin embargo nos detenemos porque sabemos que ese no es nuestro verdadero objetivo. No debemos ganar una carrera, sino caminar a la par.
Amar y ser amado. Aprender a hacerlo... “y que el amor (por amor) nos destruya”

viernes, 18 de agosto de 2006

Todavía...

Para Luli y su historia de amor que pronto se materializará...

Todavía crees…

Todavía crees en regalar sonrisas de colores y en que te regalen puñados de ilusiones. Crees en cantar esas canciones que alimentan el alma y te llena de paz…todavía soñás que de aquel árbol que ayer se seco, hoy crecen hojas nuevas.

Todavía crees que algún día va a llegar la paz mundial, que millones de niños dejaran de pasar hambre…

Todavía crees, todavía soñás…

Crees en tu idealismo y en que tus palabras pueden cambiar al mundo… Palabras, ilusiones de la voz.

Imaginas que las miradas reemplazan las palabras. Imaginas que un día cualquiera, sin saber por qué ni cómo, un príncipe baja de su caballo blanco para buscarte… ¡Y es que todavía crees en los príncipes! ¿Por qué lo haces? Porque sabes que los cuantos de hadas aún existen y que algún día ese cuento será el tuyo…aunque pasen los inviernos, todavía crees.

Te despertás una mañana y te das cuanta de que ese día va a pasar algo especial, no sabes qué es…pero lo sentís en lo más profundo de tu alma.

Todavía guardas aquellos recuerdos, esos que alguna vez te lastimaron, pero que a pesar de todo nunca te derrumbaron…quizás por efímeros momentos, pero en fin siempre saliste adelante.

Todavía crees en el amor por siempre, en el verdadero.

Todavía crees, todavía soñás, todavía imaginas… Por eso te lastiman, por eso nos lastiman. Nos vulneran, nos hieren por confiar.

¿Sabes qué pasa? Es que el mundo no está hecho para soñadores.
¿Sabes qué pasa? Gracias a los soñadores es que el mundo aún sigue en pie.

No dejes nunca de soñar, no dejes nunca de creer.
Yo nunca voy a dejar de hacerlo…y si me ves caer, te pido por favor que tomes bien fuerte de mi mano.